«Entregadme a Harry Potter -dijo la voz de Voldemort- y nadie sufrirá ningún daño. Entregadme a Harry Potter y dejaré el colegio intacto. Entregadme a Harry Potter y seréis recompensados.» Cuando Harry Potter se monta en el sidecar de la moto de Hagrid y se eleva en el cielo, dejando Privet Drive por última vez, sabe que lord Voldemort y sus mortífagos se hallan cerca. El encantamiento protector que lo había mantenido a salvo se ha roto, y ya no puede seguir escondiéndose. Y para detener al Señor Tenebroso, que se dedica a aterrorizar a todos sus seres queridos, Harry habrá de encontrar y destruir los Horrocruxes que quedan. La batalla definitiva debe comenzar: Harry tendrá que alzarse y enfrentarse a su enemigo...