Las bicicletas de gravel, a veces también denominadas bicicletas de aventura, son básicamente bicicletas de ruta diseñadas para hacer frente a una amplia variedad de superficies, llevar equipo adicional y son adecuadas para la conducción durante todo el día por carreteras de superficie sinuosa. Están hechas para ser más duraderas y robustas que una bicicleta de ruta estándar, además de tener un mayor rango de cambios y espacio para neumáticos mucho más anchos.